Nuestra segunda conversación con los caseros fue cuando se nos ocurrió poner una lavadora. Ésta se encuentra en un cuartito junto a un gran congelador donde los dueños guardan su comida. (Olvidaba decir que vivo en la primera planta de un piso de dos plantas, en la parte superior viven los dueños y en la inferior hay cuatro apartamentos que alquilan). Pusimos la lavadora a las ocho de la mañana para aprovechar las horas de sol y que se nos secara la ropa (ya que hacía dos semanas que llovía cada día y con la humedad que hay aquí estaba todo mojado). Cual fue nuestra sorpresa (la de mi compañera de piso y la mía) al ver que no podíamos recuperar nuestra ropa porque la habitación había sido cerrada con llave.- Debe ser algún error…- al mediodía subimos a hablar con Jules que acababa de llegar:
- Hola, buenos días señor, tiene un pequeño instante*, por favor? Si no le molesta, nos gustaría hablar con usted…- En Francia hay que ser muy correctos.
- Si.
- Nos gustaría saber si es posible que cojamos nuestra ropa porque hemos puesto una lavadora esta mañana para aprovechar las horas de sol y el cuarto está cerrado.
- Para poner la lavadora hay que pagar tres euros.
- Ah! Perdone, no lo sabíamos… lo sentimos, aquí tiene. Podríamos coger la ropa?
- No, esta noche cuando vuelva mi mujer.
- No podríamos recuperarla ahora? Es que nos interesaría que se secara, como ahora hace sol…
- Ya os lo he dicho! Esta noche cuando vuelva mi mujer, ese cuarto tiene que estar cerrado porque hay gente que roba y además yo no sé donde está la llave.- Curiosamente es él el que abre la puerta cada mañana y si hay gente que roba y solo estamos él y nosotros…
La ropa la pudimos recuperar a la mañana siguiente, por supuesto olía peor que antes de lavarla.
*traducción literal para que veáis hasta que punto es correctísimo el francés.
1 comentario:
Lo mejor es que os dijeron que los gastos iban todos incluídos con el alquiler, no?
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